La CNMV ha elaborado un sistema universal de clasificación de instrumentos financieros con una escala de colores de cinco niveles de riesgo dirigido a los inversores minoristas, con el fin de mejorar la información antes de su contratación. Además, se facilitará a los inversores información clara sobre los niveles de liquidez y la complejidad de los productos que se disponen a contratar. Para ello, el sistema de colores irá acompañado de unos iconos (candados y exclamaciones) con una mención sobre las posibles limitaciones a la liquidez del producto que se va a contratar o respecto a la especial complejidad del instrumento. Los minoristas que contraten productos complejos tendrán que escribir de su puño y letra la expresión: "Producto no adecuado para inversores no profesionales".